Hoy recupero un post que hace tiempo publiqué en un blog para hablar de comunicación, un imprescindible en e-learning en el que no siempre se piensa. 

Cuando un manual nos explica qué es comunicación,  nos dice que es "el intercambio de sentimientos y opiniones mediante palabras y gestos. Para que se produzca -añaden los manuales- requiere que haya un emisor, un mensaje, un medio para que se desplace y un receptor" ,  a lo que unen (esto me parece desacertado) "el receptor no necesita estar presente ni consciente del intento comunicativo por parte del emisor para que el acto de comunicación se realice".

Esta misma explicación es la que aparece en los manuales de 'Formador de  Formadores' y 'Formador de Teleformadores'. Sin embargo;
esta idea resulta insuficiente, no errónea, pero sí incompleta en el ámbito en que nos movemos: la formación. Cuando ponemos 'barreras' (como puede ser una plataforma formativa) para que haya comunicación  hace falta más que un emisor, un receptor y un mensaje;  se hace necesario un ligero cambio que permita el paso de la mera comunicación a una comunicación efectiva. 

En algunos casos, sobretodo en las empresas y de padres a hijos, se llama comunicación a la mera información: Yo te lo cuento y tú lo acatas. En otros muchos, el emisor emite tanto y tan seguido que el receptor se aburre y apaga su cerebro hasta que este termina... Y en e-formación llueven bostezos cuando se sienta al alumno frente a un ordenador a leer un PDF con el que no puede interactuar.